Presentación
Presentación

Presentación

 

El pasado 18 de junio, el entonces Rector de nuestra Universidad D. Antonio Ramírez de Arellano, tras aceptar el cargo de Consejero de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía, tomó la decisión de nombrarme Rector en funciones en aplicación de lo dispuesto en el artículo 19.6 de nuestro Estatuto.

Desde ese mismo día, y en numerosas ocasiones, he solicitado a la Comunidad Universitaria el desarrollo de las funciones que tenemos encomendadas dentro de la normalidad institucional que debe primar en nuestro quehacer diario; la mayor cohesión de todo el sistema en aras de conseguir el objetivo aludido; y la mayor atención y cercanía a las personas, pilares fundamentales de nuestra institución.

La actuación de la Comunidad en todo este tiempo ha superado con creces mi solicitud. El comportamiento, la colaboración y la disposición mostrada ha sido ejemplar y así debe reconocerse. Este hecho debe entenderse como un reflejo de la valía de nuestra Universidad y del alto sentido de la responsabilidad y del valor que, hoy más que nunca, posee en el conjunto de la sociedad. Es posible, por ello, creer en nuestra capacidad de actuar y transformar.

El conjunto de tareas que he realizado en todas estas semanas, en el cumplimiento de la responsabilidad asumida, me ha permitido reflexionar y valorar la posibilidad de liderar un proyecto de futuro para nuestra Universidad.

Para ello, he celebrado decenas de reuniones y entrevistas con personas de todos los sectores. Me he reunido con profesores, con estudiantes y con el personal de administración y servicios; con decanos y con directores de escuela; con directores de departamento y con directores de los institutos de investigación; con representantes sindicales y con asociaciones estudiantiles; con representantes del Claustro y con personas individuales, directa o indirectamente relacionadas con las actividades de nuestra Universidad.

De cada una de estas reuniones he recibido, en primer lugar, una cantidad extraordinaria de información, un enorme listado de necesidades y de mejoras pendientes. En segundo lugar, he debatido numerosas cuestiones y he dialogado sobre todas las que han surgido en el transcurso de las reuniones. Finalmente, he modulado y reorganizado mis ideas iniciales y he transformado mi planteamiento global. Éste ha evolucionado desde uno inicialmente individual, a otro reformulado que, aún presentado en primera persona, contiene opiniones, reflexiones y propuestas de la comunidad universitaria.

Como resultado de todo ello, tomo la decisión de presentar mi candidatura a Rector de la Universidad de Sevilla para el período 2016 – 2019.

Lo hago desde desde la convicción personal de sentirme orgulloso de la Universidad de Sevilla y de ser un miembro de ella. Es importante, es decisivo, generar un proyecto universitario y llevar a cabo esta acción –presentar mi candidatura a Rector- desde esta primera reflexión. Somos una gran Universidad, con 510 años de historia, que bien merece nuestro esfuerzo y nuestra atención. Y existiendo numerosas cuestiones mejorables, éstas deben acometerse desde nuestra propia Comunidad. Somos capaces y somos competentes. No comparto ninguna idea que no parta de esta premisa: la Universidad de Sevilla no necesita que nadie la salve; al contrario, la Universidad de Sevilla posee cualidades, valores y capacidades para decidir su nuevo camino desde la reflexión de su propia Comunidad y tiene muchas posibilidades, sin duda, de liderar y exportar sus ideas y sus proyectos a su entorno inmediato. Creo en una Universidad de Sevilla que lidere y abandere al sistema universitario andaluz del siglo XXI.

Me presento porque considero que poseo las capacidades para ello. Soy catedrático de universidad de química inorgánica desde 2009 y he sido, hasta alcanzar este puesto, becario de formación de personal investigador (1989-1992), investigador contratado por la Unión Europea (1993-1995), investigador postdoctoral contratado (1996-1997), profesor asociado a tiempo completo (1997-2000), y profesor titular de universidad (2000-2009). Durante todo este período he conocido las realidades de cada una de esas situaciones contractuales y he impartido docencia teórica y práctica en todos los ciclos formativos. He trabajado en diferentes Universidades y he sido investigador de varios grupos y de numerosos proyectos regionales, nacionales e internacionales, siendo en la actualidad el responsable del grupo de investigación “Química del Estado Sólido”. Y he realizado tareas de gestión desde el año 2005, cuando puse en marcha el Servicio General de Investigación de Rayos X de nuestra Universidad. Desde entonces, he sido Director del Centro de Investigación, Tecnología e Innovación de la Universidad de Sevilla (2007-2008), Director del Secretariado de Centros, Institutos y Servicios de Investigación de la Universidad de Sevilla (2008-2009), y Vicerrector de Ordenación Académica (2009-2015).

En consecuencia, considero que tengo una experiencia académica, docente, investigadora y de gestión que me permiten conocer la realidad de nuestra Universidad, ofrezco un proyecto y pongo a disposición de la comunidad universitaria un programa concreto para realizar que permita transformar, modernizar y mejorar nuestra Universidad en el próximo período de Gobierno, y tengo una gran ilusión y una gran esperanza en el futuro que juntos podamos construir y conquistar. Un futuro que deberemos ganar con el trabajo diario, con el esfuerzo máximo, con la entrega absoluta. Una entrega y un esfuerzo que poseerá como metodología diaria el diálogo permanente y la búsqueda de los mayores consensos, metodología que ha sido una constante en toda mi trayectoria profesional.

El programa que presento a continuación se ha construido teniendo en cuenta tres ejes de desarrollo, que considero fundamentales, y se organiza en cuatro apartados diferenciados del texto.

Respecto de los ejes, el primero se refiere a las funciones que la Ley Orgánica de Universidades nos encomienda en el segundo apartado del su artículo uno. Dice textualmente que “Son funciones de la Universidad al servicio de la Sociedad: (a) la creación, desarrollo, transmisión y crítica de la ciencia, de la técnica y de la cultura; (b) la preparación para el ejercicio de actividades profesionales que exijan la aplicación de conocimientos y métodos científicos y para la creación artística; (c) la difusión, la valorización y la transferencia del conocimiento al servicio de la cultura, de la calidad de la vida, y del desarrollo económico; y (d) la difusión del conocimiento y la cultura a través de la extensión universitaria y la formación a lo largo de toda la vida”. Por ello, el planteamiento incluye un primer bloque denominado “Funciones” y éste se estructura en los apartados “Formación Superior”, “Creación y Transferencia del Conocimiento”, y “Cultura”.

El segundo de los tres ejes no es sólo central en cuanto al orden que ocupa, sino también en cuanto a su importancia y significado: se refiere a las personas, que son las que verdaderamente dan sentido a nuestra actividad, y si faltan, huelga todo lo demás. El desarrollo se estructura en base a los tres grandes colectivos de nuestra Universidad, con los apartados “PDI”, “Estudiantes” y “PAS”, y he incluido un epígrafe adicional para los Asuntos Sociales y Comunitarios, cuyo posicionamiento es una declaración en sí misma.

Finalmente, el tercer eje incluye una visión programática sobre las herramientas y plataformas que faciliten cumplimentar los objetivos planteados.

Respecto de la organización, el texto contiene un conjunto de cuatro capítulos. El primero, titulado “La Universidad de Sevilla, y el Sistema Universitario Público Español, al final del 2015”, describe mi visión sobre el momento actual e identifica los grandes retos que la Universidad debe abordar en el futuro más inmediato. El segundo, titulado “Las bases del Programa”, incluye las ideas fundamentales del programa y los planteamientos que inspiran los objetivos, las acciones y los compromisos particulares propuestos. El tercero, titulado “Objetivos, y compromisos”, enumera el listado de acciones concretas planificadas, organizadas a partir de los retos y objetivos planteados. Finalmente, el cuarto y último capítulo, titulado “Un equipo para un gobierno: la estructura organizativa”, plantea la estructura de gestión que desarrollará la propuesta formulada.

El proyecto que podrá leer a continuación desarrolla un plan realista y creíble para un período acotado de tiempo. Es un proyecto abierto y riguroso, coherente y responsable y es, finalmente, un proyecto basado en el conocimiento.

Le propongo su lectura y espero ganarme su confianza para poder ejecutarlo.