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Creación y Transferencia del Conocimiento

A la misión clásica de creación del conocimiento como una de las dos funciones inseparables de la Universidad, dentro del concepto humboldtiano del término, la importancia creciente de la transferencia de este conocimiento a la sociedad la ha situado como tercera función universitaria. Así queda descrito en la Ley Orgánica de Universidades. Igualmente, la transferencia del conocimiento se considera por los expertos, de manera indiscutible en los tiempos más recientes, como la herramienta más poderosa y capaz del sistema universitario para generar riqueza y bienestar en el entorno.

La Universidad de Sevilla ha sido pionera, a escala nacional, en el crecimiento de las actividades propias de esta nueva función. No en vano, fue la primera Universidad española en crear un vicerrectorado con tal denominación y en la actualidad es la primera Universidad española en número de patentes registradas, la segunda española en cuantía facturada por contratos de transferencia, y la primera andaluza en captación de fondos de investigación contratada o de fondos europeos procedentes del séptimo Programa Marco de la Unión Europea. En cuanto a las actividades más asociadas con la creación del conocimiento, y siendo conscientes de las limitaciones presupuestarias de los últimos años, la Universidad de Sevilla ha mostrado indicadores esperanzadores; en particular, la Universidad de Sevilla obtuvo la novena posición nacional en producción científica (aumentando en el último quinquenio muy por encima de la media nacional) y la quinta posición en número de sexenios de investigación, según datos publicados por la CRUE en el informe ¨La Universidad española en cifras, curso académico 2013-2014”. Nuestra Universidad debe avanzar significativamente en los valores expresados y ocupar una posición de mayor liderazgo en el marco nacional.

Con ese propósito, el próximo mandato de gobierno deberá asentarse en las siguientes líneas programáticas, las cuales conviene canalizarlas tanto a través de las acciones de la sexta edición del Plan Propio, que se propone por primera vez conjunto, de Investigación y Transferencia (VI PPIT), como de las acciones de investigación realizadas a través de la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla (FIUS). El inicio de un cambio de ciclo, tras la terrible crisis vivida, debe aprovecharse, sin ninguna dilación, para el avance y el correcto posicionamiento de nuestra Institución. La Universidad debe poner toda su energía en aprovechar este histórico momento.

Como primera línea programática, la Universidad de Sevilla debe realizar un planteamiento estratégico coordinado que mejore la obtención de financiación por parte de sus Grupos de Investigación para el desarrollo de las actividades investigadoras y consolide la propia estructura de estos grupos.

Para ello, el VI PPIT deberá no solo desarrollar y liderar estrategias propias en investigación, sino coordinar y apoyar las solicitudes y propuestas de los investigadores en las convocatorias regionales, nacionales e internacionales.

En esta línea, la creación de una Oficina General de Proyectos Internacionales deberá centralizar el conjunto de actividades en este ámbito y aumentar su presencia en los organismos internacionales responsables. Es importante concentrar todas las actuaciones en una estructura que desarrolle una estrategia global y unitaria en este campo.

Por su parte, el Campus de Excelencia Internacional Andalucía Tech deberá jugar un papel determinante en cuanto a la obtención de fondos para investigación, dentro de un planteamiento inclusivo que permita la participación de toda la comunidad. Ello es especialmente oportuno en este momento, cuando tanto los responsables gubernamentales nacionales como los regionales retoman con gran relevancia los Campus de Excelencia Internacional en sus proyectos, convocatorias y propuestas. Y es aún más esperanzador tras la recepción de los resultados tan positivos en la evaluación final de nuestro Campus.

Finalmente, las relaciones con agentes del sector productivo han de potenciarse y desarrollarse en un plan coordinado para establecer sinergias con empresas e instituciones de excelencia. En este sentido, se propiciará su participación en consorcios internacionales de proyectos y redes de investigación. Adicionalmente, las actividades y acciones dentro de las cátedras de empresa han de ser especialmente valoradas.

Como segunda línea programática, es necesario el diseño de un programa encaminado a mejorar la disponibilidad y el acceso a las infraestructuras y al equipamiento científico técnico de primer nivel que permitan e impulsen las actividades de investigación y transferencia.

En este ámbito, y dentro de esta línea programática, considero de especial sensibilidad mantener la política de apoyo a la investigación a las áreas de Ciencias Sociales y Jurídicas y a las de Humanidades.

Con la misma finalidad, deberán estrecharse lazos y crearse alianzas con otros Centros e Instituciones que nos permitan acceder a las Grandes Instalaciones y Equipamientos de escala mundial y la participación en las convocatorias de Centros y Unidades de excelencia. En este sentido, y de manera muy singular, se debe activar y actualizar la alianza con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Es la Universidad de Sevilla una de las Instituciones que más Centros Mixtos posee con el CSIC, lo cual la posiciona de manera muy singular en el ámbito de esta alianza. Por último, y en conexión con las relaciones ya mencionadas con el sector productivo, se potenciarán la firma de convenios con empresas y otras instituciones para la creación de laboratorios conjuntos y el desarrollo de nuevas tecnologías.

La tercera línea programática, clave en el desarrollo de la actividad investigadora de los Grupos, debe centrarse en la mejora de los procedimientos administrativos y de gestión de los proyectos y actividades. Ello debe requerir el desarrollo, coordinado y conectado con las actuaciones informáticas propuestas en el apartado anterior “Formación Superior”, de una plataforma electrónica que facilite la gestión administrativa de las actividades de investigación.

Adicionalmente, es necesario liderar un posicionamiento general del conjunto de las universidades públicas andaluzas ante el incremento irracional de los trámites burocráticos en los procedimientos de justificación de los gastos realizados en el desarrollo de los diferentes proyectos financiados con fondos públicos. La rendición de cuentas, clara y completa, no debe confundirse con una tarea compleja, confusa y llena de obstáculos formales.

La cuarta línea programática asume la mejora de la visibilidad del reconocimiento y promoción de la productividad científica de nuestra comunidad, con un programa específico de difusión y divulgación. Particularmente, deben recibir un apoyo singular nuestros investigadores más prometedores y se debe avanzar en las estrategias de divulgación y comunicación científica especializada.

Por último, la quinta línea programática, que posee un marcado carácter transversal respecto de la totalidad de las funciones universitarias fundamentales, consiste en la potenciación de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla como herramienta clave para el desarrollo de la docencia, la investigación y la transferencia. Dos cuestiones se consideran especialmente relevantes: por un lado, los problemas de financiación del Consorcio de Bibliotecas Universitarias de Andalucía (CBUA) deben resolverse con urgencia; es necesario liderar y coordinar una posición del sistema universitario público andaluz en este sentido. Por otro lado, las aplicaciones y las capacidades propias de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla deben mejorar en cuanto a la disponibilidad y la comunicación de necesidades con la comunidad docente e investigadora. Finalmente, se deben impulsar mecanismos de formación a los estudiantes en el conocimiento y manejo de las capacidades existentes.